Situada cerca de Puente Viejo, la pequeña y antigua ex-iglesia tenía una función importante en la Florencia medieval, ya que aquí se celebraba la misa del prior. En 1585 pasa a la orden de los agustinos y, en el siglo XVII, fue muy reestructurada: se le añadó una cripta y un coro. En el majestuoso interior, con una nave, hay pinturas y decoraciones muy valiosas, y una maravillosa escalinata de mármol, obra maestra de Buontalenti, del siglo XVI.

El exterior de la iglesia se caracteriza por la fachada románica original y por el espléndido portón central, decorado con mármoles blancos y verdes. Hoy, en el edificio se hacen muchos conciertos y manifestaciones culturales. En los locales al lado de la iglesia, se encuentra el Museo Diocesano de arte sagrado, que recoge obras provenientes de iglesias desacralizadas.

De las muchas obras maestras, destaca "La Virgen en el Trono" de Giotto.