Ana María Luisa de Médicis

Ana María Luisa de Médicis, La Historia, La Fiesta
  • Fiestas florentinas

ImageCada año, el 17 de febrero, la ciudad de Florencia conmemora a su última gran figura de la casa de los Médicis: Ana María Luisa de Médicis, conocida con el título de “Electora Palatina”, debido a su matrimonio en 1961 con el Elector Palatino de la casa Wittelsbach. Florencia está muy unida a la última Princesa Médicis, de gran cultura e inteligencia, porque en los últimos años de su vida, tras la muerte del hermano Gian Gastone de Médicis, que había organizado el cambio de Casa de los Médicis a los Lorena en Florencia, dejó en posesión del pueblo florentino las obras de arte de la ciudad.


La Historia

ImageAna María Luisa, consciente de que el día de su muerte todas las bellezas de Florencia pasarían a la familia franco-austríaca de los Lorena, decidió utilizar “el arma del derecho”, muy de moda en aquella época, principios del iluminismo.

La última mujer de la familia de los Médicis decidió, así, instituir un nuevo artículo en la convención que regularía el paso del Gran Ducado de Toscana de la familia Médicis a la Casa de los Lorena.

Esta ley, conocida como “Pacto de Familia”, preveía que las colecciones de arte florentinas recogidas por los Médicis, en los siglos anteriores, serían cedidas al Gran Duque de Lorena, pero a condición de que permanecieran siempre vinculadas a la ciudad de Florencia.

El “Pacto de Familia”, confirmado por la Electora Palatina en su testamento, entró en vigor el 17 de febrero de 1743, día de su muerte, y permitió que la ciudad no perdiera sus obras de arte.


La Fiesta

Todavía hoy, el 17 de febrero, Florencia recuerda a la mujer que ha salvado las joyas artísticas de la ciudad. La fiesta dedicada a la precavida Electora prevé una conmemoración en Palacio Viejo (Palazzo Vecchio) y, después, un desfile histórico desde Plaza de la Señoría a la Capilla de los Príncipes. Durante esta jornada, además, muchos museos florentinos están abiertos gratis al público y ofrecen visitas guiadas gratis.

Todo esto, para estimular una reflexión sobre la precavida figura de Ana María Luisa y para apreciar las maravillas de Florencia que, gracias al pacto de amor entre la Princesa y Florencia, hoy son del patrimonio de la ciudad toscana y de todo el mundo.