Santa Ana

Santa Ana, Los Orígenes, La Fiesta
  • Fiestas florentinas

ImageEl 26 de julio, Florencia celebra Santa Ana. En la ciudad, la fuerte veneración por la imagen de esta Santa viene de un importante episodio político del siglo XIV, por lo que la fiesta religiosa asumió para los florentinos connotaciones laicas.


Los Orígenes

El día de Santa Ana de 1343, los florentinos empezaron una sublevación que terminó con la tiranía extranjera del Duque de Atenas, que había empezado un año antes. Desde entonces, el 26 de julio es para la ciudad una segunda Pascua, un día que simboliza la resurrección civil y la victoria contra el extranjero. La figura religiosa de Santa Ana tiene, pues, un valor histórico-político, lo testimonian muchas obras florentinas.

Entre éstas, hay que recordar el fresco que el gobierno encargó a un alumno de Ocagna, el día siguiente de la expulsión del duque. La obra, ubicada en Palacio Viejo, representa a la Santa que protege el Palacio mientras expulsa al duque y entrega el estandarte del Ayuntamiento al pueblo en armas. En los años siguientes, el gobierno proclamó el 26 de julio fiesta solemne y encargó, para la iglesia de Orsanmichele, un altar de madera que representase a Santa Ana.

La imagen de la Santa, protectora de la libertad de los florentinos, se expuso en Orsanmichele porque el oratorio había sido subvencionado con un impuesto público y porque, mejor que ningún otro sitio, representaba al pueblo, ya que no sólo era una iglesia, también era un granero. El altar de este oratorio se convirtió en el punto principal del culto civil de la Santa.


La Fiesta

El día de la fiesta, todos los fieles se reúnen aquí y ofrecen dones a la figura de Santa Ana, que los florentinos llaman “Santa abogada de la libertad ciudadana”. Los capitanes de Orsanmichele administran los regalos y el dinero que se depositan en el altar para organizar la solemne ceremonia y para financiar el monasterio benedictino de Santa Ana, que se edificó en Oltrarno (la parte de la ciudad que está al sur del Arno), como homenaje a la Santa, símbolo de la independencia de Florencia. El dinero restante se entrega a los pobres.

Desde 1370, se organiza, para celebrar el 26 de julio, una impresionante procesión que va de Orsanmichele al Monasterio de Santa Ana. Durante el siglo XV, las celebraciones eran cada vez más importantes, incluso los Médicis eligieron a Santa Ana como protectora de la familia y como imagen ciudadana de la política de Florencia. Sin embargo, en el siglo XVI, a causa de la rigidez de las normas de la contrarreforma, la Santa volvió a ser sólo una figura religiosa y se perdió la tradición de celebrar el 26 de julio.

Hace pocos años, Florencia recuperó la antigua tradición y organiza, todos los años, congresos y ceremonias como homenaje al antiguo día dedicado a la libertad.