Anunciación de María y Fin de año florentino

Anunciación de María y Fin de año florentino, Los Orígenes, La Fiesta
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ImageDesde el siglo VII, el 25 de Marzo, justo nueve meses antes del día Navidad, la Iglesia Católica celebra la Anunciación de la Encarnación del Verbo dada a María por el Arcángel Gabriel. En Florencia, la fiesta de la Anunciación coincidía hasta el año 1750 con el fin de año. Los Florentinos empezaban el año civil en el día de la Anunciación, que era también el inicio de la primavera.

ImageLa Anunciación era, por esto, para Florencia, una gran fiesta civil, religiosa y primaveral. En este día, la gente de la ciudad y alrededores, alegre, se dirigía en peregrinaje a la Basílica de la “Santissima Annunziata” para venerar su fresco de la Anunciación, cuyo rostro de la Virgen, según la tradición, está pintado por los ángeles. En la Basílica, los peregrinos disfrutaban de la piezas tocadas con espléndidos órganos.

ImageDespués del rito religioso, en la Plaza, proyectada por Brunelleschi, en frente de la iglesia, se situaba un gran mercado de alimentos, flores y exvotos marianos.


Los Orígenes

ImageEl origen de la feria surge de la exigencia de dar víveres a los asistentes. En 1582, papa Gregorio XIII aprobó la reforma, para todos los pueblos, por la que calendario solar debía empezar en enero. Después, el florentino Giovanni de Médicis, cuando fue nombrado papa con el nombre de León X, invitó a todos los jefes de estado a adaptar sus calendarios al universal Gregoriano, para evitar, así, confusiones políticas y comerciales.

A pesar de la propuesta del papa de los Médicis, Florencia siguió, obstinadamente, comportándose de manera autónoma y celebrando el año nuevo el día dedicado a la Anunciación de Jesús. Sólo a partir de 1750, la ciudad toscana, obligada por un decreto del Gran Duque Francisco II de Lorena, empezó a celebrar el año nuevo el uno de enero. Para recordar la vieja ceremonia, se puso en la Galeria “de’ Lanzi”, en Plaza Señoría, una inscripción de mármol que todavía hoy se puede leer.


La Fiesta

Los años después del decreto, los florentinos, apegados a la antigua tradición, siguieron asistiendo alegremente, el 25 de marzo, al Santuario de la “Santissima Annunziata” y, todavía hoy en este día, en la plaza diseñada por Brunelleschi, en el júbilo primaveral y en recuerdo de la tradición, se celebra una feria. Desde hace unos años, además, como sucedía en la época de la República y del Gran Ducado, las celebraciones se extienden a todo el centro de la ciudad, gracias a un desfile histórico que va desde Palacio Viejo a la Basílica de la “Santissima Annunziata”. De esta manera, los florentinos siguen evocando la antigua y jocosa tradición de agregación, un símbolo que no es sólo cultural, también es de autonomía y orgullo pacífico.